Francisco Jiménez Reynoso

Lamentablemente el coronavirus ha puesto de cabeza al orbe. “Vienen buenos tiempos” (pieza que interpreta Serrat: fabulosos para sacar tajada, de desastres consentidos y catástrofes provocadas, tiempos como nunca para la chapuza, el crimen impune… Corren buenos tiempos para esos caballeros, locos por salvarnos la vida, a costa de cortarnos el cuello, tiempos fabulosos para charlatanes visionarios. Solo espero que nuestras autoridades estén conscientes de la situación que estamos viviendo y manejen los recursos públicos de forma honesta y transparente.

Se ha hablado de apoyos a las clases necesitadas en Jalisco, es tiempo de cumplir las mismas. De lo contrario la situación social se agravará.

Hay una gran disyuntiva entre las instrucciones o recomendaciones gubernamentales hacia el pueblo: “no salgan de casa, dicen”. Y… que va a comer la gente me pregunto. Cuánto tiempo podrá soportarse esta situación que estamos padeciendo.

En mi opinión nuestras autoridades pueden apoyar el bolsillo de los ciudadanos jaliscienses. Que se deje de cobrar el transporte público (al menos del estado) a quienes se encuentran sin trabajo y crisis económica, que no serán pocos.

Ya desde hace al menos un par de décadas había leído que las próximas guerras serían sin armas,  estas serían bacteriológicas y no lo podemos descartar. Esta enfermedad pudo haber sido creada y dirigida. De ser así ataca a los más vulnerables en el mundo con fines probablemente económicos.

También nos hemos enterado de las cúpulas que intentan crear un “nuevo orden mundial”, entre ese orden se encuentra el económico, que tal como lo estamos viendo ya esta generando estragos al respecto.

En mi opinión, una de las vacunas más poderosas contra el coronavirus es una  buena alimentación.

Los saqueos a algunos establecimientos comerciales ya han comenzado (tal como lo comentamos en la columna anterior.

En estos tiempos es cuando brota lo peor y también lo mejor de las personas…

Esta pandemia evidencia el fracaso económico en el que hemos vivido los últimos siglos. El capitalismo salvaje ha dominado en el orbe y es clara la brecha entre pocos que tienen en abundancia y muchos (la gran mayoría) que viven en la pobreza, y la pobreza extrema (aquellos que no tienen prácticamente para comer). Incluso la misma clase media se ha ido desmoronando, y las morusas se integran a las filas de los pobres.

Mas del 50 por ciento de los habitantes en México pertenecen a la clase conocida como actividades de comercio informal, son quienes viven al día.

Tan solo en unos días transcurridos de esta pandemia, comienza a aflorar el egoísmo colectivo, que en mi opinión, solo podrá ser contrarrestado por acciones aisladas de personas que con hechos concretos ayuden a los más desprotegidos en este mundo. Harán falta liderazgos auténticos, más allá de políticos oportunistas que sin escrúpulo alguno intentarán seguir llevando agua a su molino.

En Jalisco, los programas de apoyo tendrán que ser: veraces, objetivos y realizables. De lo contrario las personas dejaran sus casas por el hambre.

Muchas son las aristas de esta pandemia en México y Jalisco. Por ejemplo la política, en la que se ha dejado de lado la critica a las malas administraciones de gobierno que padecemos. La pandemia puso pausa al movimiento feminista que cobro fuerza a nivel mundial nacional y por supuesto en Jalisco.

Por lo que veo cada semana que viene “nos dicen que es la peor”. No hay certeza para mejorar.

Hasta cuándo se estabilizará la situación. Hasta cuándo veremos a nuestra gente en las calles, los negocios abiertos, nuestros niños en los parques. Hasta cuándo reabrirán las Universidades y escuelas…

 

– Doctor en Derecho. Integrante de Observatorio de Seguridad y Justicia, Benemérita Universidad de Guadalajara.

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