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El aislamiento e incertidumbre que ha generado la emergencia sanitaria que vivimos a causa del Covid-19 afecta a la población en diversos aspectos, psicológica, económica y socialmente; y las personas más vulnerables a este aislamiento son aquellas que tienen dificultades para regular sus emociones, explicó la tutora y miembro del Programa de Acompañamiento Estudiantil de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), Psicóloga Verónica Pacheco Ortega.

La experta señaló que el aislamiento en adelante implicará que se desarrollen cambios conductuales significativos en la población. Entre estos, se podrían encontrar cambios emocionales.

Para ayudar a la sociedad a enfrentar este reto, la psicóloga propone prevenir desde ahora cualquier padecimiento y ayudar al crecimiento personal con una serie de herramientas para regular las emociones.

Resiliencia como arma

La Psicóloga Pacheco Ortega, definió a la resiliencia como la mejor manera de ayudar a las personas a enfrentar una situación de emergencia. La experta manifestó que el término puede explicarse como una oportunidad de crecimiento, capacidad de salir a flote a pesar de la adversidad más grande.

“Se busca que entendamos que con resiliencia podemos regular nuestras emociones. Queremos enseñarles a evitar caer en una situación de crisis, el querer contener las emociones, no aceptar lo que sucede es un error; queremos hablar de la regulación, de aceptar lo que sucede para así poder enfrentarlo y ayudarnos. El sentirse mal momentáneamente es normal o esperado ante la situación que vivimos”, dijo.

Sin embargo, continuó, no sólo se quiere enseñar estas herramientas para enfrentar la emergencia sanitaria, también para que se apliquen en la vida diaria en el futuro.

La psicóloga propone la fórmula “resiliencia más regulación emocional”, expuso que la unión de ambas ayudaría a enfrentar cualquier situación y superarla.

Resiliencia puede dividirse en resistencia, estructura, superación, innovación, levantarse, independencia, estrategia, nutrición, comunicación, inteligencia, actitud y desarrollo y añadió que el ser humano tiene la capacidad de aprender y encontrar siempre un mensaje, una razón positiva para enfrentar lo que vive.

“Es válido sentirte enojados, con temor, son emociones normales; hay una amenaza y nuestra mente se protege, pero hay maneras de manejarlo, las emociones son pasajeras, mientras que los sentimientos pueden ser regulados, son una decisión, son perdurables en el tiempo, como la frustración, la culpa o la angustia, como seres humanos, podemos afrontarlas y manejarlas”, comentó.

Cómo regular las emociones

Con lo anterior expuesto, la Psicóloga Pacheco Ortega enumeró las herramientas de las que se pueden disponer para aprender a regular las emociones. No obstante, primero se deben conocer, al menos, las emociones básicas que son seis: temor, vergüenza, enojo, alegría, sorpresa y desagrado.

La primera acción que se puede realizar para regularnos es respirar. Las emociones tienen una relación directa con la respiración; cuando un estímulo se presenta, la respiración cambia, cada emoción cambia el ritmo de la respiración del ser humano; aprender a regular nuestras emociones depende de la manera en que respiramos cuando se presentan.

“Cuando tenemos una emoción nuestro cerebro se inunda de ciertas sustancias y nubla la parte del mismo que se encarga de la toma de decisiones, si no regulamos nuestra respiración podríamos tomar decisiones inadecuadas. Aprender a respirar y tomar conciencia de las emociones es una manera de regularlas”, explicó.

La experta pidió a las personas interesadas en conocer diversos ejercicios y muestras de cómo respirar revisar materiales que pueden encontrar en Internet.

Después de la respiración, continuó, viene el proceso de identificar la emoción, alejarnos, o generar una distracción, de lo que generó esa reacción y posteriormente analizarlo y modificarlo, permitir que la parte ejecutiva de nuestro cerebro, que toma las decisiones, reflexione la situación y volver después, de una manera consciente, para generar un cambio.

Una vez entendida la situación, viene la comunicación, la capacidad de expresar qué deseamos y de qué manera se comparte, puede ser dirigida a una o varias personas o para mí mismo. Es importante, recalcó la experta, que se hable de lo que se piensa y siente de la situación.

“Es importante identificar lo que nosotros sentimos, hacemos y pensamos, pero tener en cuenta que no somos responsables de lo que piensan, sienten y hacen otros. por otro lado, debemos dar un cierre a la situación y emociones, dejarlas y establecer un plan y dar solución”, indicó.

Entrenarse

Tras entender estos puntos, dijo, lo que sigue es el entrenamiento, adquirir una habilidad, aprender y entrenarse para regular nuestras emociones; este entrenamiento depende de la práctica. La experta agregó que un hábito se genera con más de 90 repeticiones sin interrupciones.

“También se necesita tener una motivación o impulso, un enfoque, debemos tener una meta para poder alcanzar un resultado. Otro punto a destacar es que debemos aceptar el fracaso, una forma de ir a la siguiente experiencia con un nuevo aprendizaje”, expresó.

La Psicóloga Pacheco Ortega invitó a las personas a cambiar su actitud y buscar nuevos resultados, usar algunas herramientas, conocer información y aprender a cómo hacerlo. También a vivir esta etapa de aislamiento con un plan semanal de diversas actividades, con ejercicio físico y mental, establecer horarios para desayunar, comer, cenar, trabajar, jugar y convivir con otros.

La experta agregó que pedir ayuda es una característica de una persona resiliente, que de hecho pedir ayuda es adecuado. Pidió que reflexionemos sobre la información que se puede encontrar en redes sociales, internet, la televisión y tomemos las medidas que nos piden de manera seria y responsable.

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