Staff

Imagen: Pixabay

 Durante el 2018, en el país se contabilizaron 3 mil 079 nuevos casos de melanoma en la población mexicana, y se notificaron 734 defunciones a causa de este tipo de cáncer de piel El 55 por ciento de los pacientes diagnosticados el año pasado fueron mujeres y el 45 por ciento hombres.

A pesar de que México se encuentra en una región donde hay baja prevalencia de este tipo de cáncer de piel, es el segundo país en Latinoamérica y el Caribe con más casos de melanoma.

La American Cancer Society indica que los rayos ultravioleta (UV) aumentan a medida que el nivel de altitud de algún lugar es alto.2

  • La Ciudad de México se ubica a 2 mil 300 metros sobre el nivel del mar.
El melanoma es el tipo de cáncer de piel más peligroso debido a que tiene más probabilidad de propagarse a otras partes del cuerpo, si no se detecta a tiempo. Y aunque el cáncer de piel es el más común de todos los canceres, el melanoma conforma únicamente el 1 por ciento de los casos de cáncer de piel; sin embargo, es el causante de la gran mayoría de muertes por este tipo de padecimiento. La principal forma de prevenirlo es protegiendo la piel de la exposición a los rayos ultravioleta.

La Dra. Yésika Moreno, Directora médica de MSD en el área de oncología, señaló que es necesario protegerse del sol en todo momento: “Tenemos la idea que el uso de bloqueador y sombrero son únicamente para la playa, pero se debe hacer uso de ellos en el día a día, en todas nuestras actividades cotidianas que realizamos al aire libre y expuestos al sol, así sea en la ciudad, siempre debemos protegernos”.

El riesgo de padecer melanoma aumenta a medida que las personas envejecen; sin embargo, no deja de ser común entre las personas menores de 30 años; ya que es uno de los cánceres más comunes en los adultos jóvenes, especialmente en mujeres.4 Lo importante es que se diagnostique desde sus inicios, lo cual puede ser a través de la autoexploración. Para ello, es importante familiarizarse con su piel y detectar cualquier nuevo lunar o cambios en los existentes, vigilar su asimetría, los bordes, el color, el diámetro y su evolución.

Adicionalmente, practicarse los exámenes de rutina con el dermatólogo, para llevar un control de los lunares y manchas en la piel, y detectar de manera oportuna el melanoma.

En general, el tratamiento para los pacientes con melanoma depende de la etapa en la que se encuentre y su localización, así como del estado general de salud de la persona.

En este sentido, la Dra. Yésika Moreno, añadió que en MSD se trabaja en innovaciones biomédicas que ayuden a mejorar la calidad vida de las personas con enfermedades de difícil tratamiento en todo el mundo.

Deja tu comentario

<