Víctor Galindo “Vigaro”

Contrariamente a las teorías modernas; el tequila ya se producía entre los pueblos de los valles cercanos al volcán (hoy llamado de Tequila).  Así lo revelan varias figuras de arcilla, recuperadas y expuestas en el Museo Interpretativo del Paisaje Agavero (MIPAA) en El Arenal, Jalisco.

El inmueble que alberga esta y muchas otras revelaciones, es en si mismo, una construcción de más de 300 años de antigüedad; en la actualidad muestra en 13 salas abiertas al público, un acervo histórico cultural muy singular.

Así lo explica el Director de este sitio, Darío Chavira Olivares; “el edificio data de mediados del siglo XVIII, fue una importante Hacienda tequilera y llamada cariñosamente por los habitantes del pueblo como la Hacienda la Calavera, como museo es la puerta de entrada al paisaje agavero, en donde el visitante podrá encontrar los contextos de lo que fue el origen del vino-mezcal, hoy llamado tequila”.

El Museo está dividido en 10 salas de exhibición, un Archivo Histórico, un área lúdica interactiva y una tienda; en las salas se encontraran colecciones que los visitantes calificaran, por demás interesantes.

En la sala prehispánica el visitante recibirá información sobre la historia del origen de la bebida más representativa de México en el Mundo, “existen tres corrientes en la historia del tequila, en particular resaltamos aquella que habla de la destilación prehispánica, ya que nuestros antepasados indígenas destilaban vino-mezcal pero solamente de manera ceremonial, con técnicas ancestrales (a mazo principalmente), la producción era muy pequeña, con una graduación entre los 20 y 32 grados y solamente era consumido por los Tlatoanis (Caciques), Sacerdotes y Ancianos” explicó Chavira Olivares.

Diversas hipótesis han distorsionado la realidad en torno a esta bebida destilada, “todo el tiempo se creyó que el tequila era producto de la mescolanza, mestizaje entre el español y el indígena y que gracias a los europeos se pudo elaborar el tequila, sin embargo, los estudios que se han venido realizando en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Jalisco, han revelado a través del Carbono 14 y otras pruebas, que en la época Capacha, entre los años 1500 al 1100 A.C. ya se destilaba el vino mezcal en esta región”, aseguró el director del MIPAA.

Otra de las curiosidades que encierra esta historia tiene que ver con la mercadotecnia de la era moderna, pues el concepto de llamar Tequila a la bebida y definir la especie de mezcal con el que debía producirse, es relativamente joven, pues fue entre los años de 1964 y 1974 que los fabricantes establecieron las normas al respecto.

“Los mezcales utilizados entonces eran del cerro, el tequila actualmente se hace con el mezcal azul, sin embargo de 1964 a 1974 que se definió la norma, se especifica que solamente debe de ser mezcal azul tequilana weber, quiere decir que antes no; mucha gente de edad aún platican que antes se utilizaban otras variedades de mezcales. Nosotros tenemos documentadas 12 variedades de mezcales de esta región con los que se hacía el tequila, entre otros el zihuín, pata de mula, chato, bermejo. Desde Nuevo México y hasta Colombia pueden encontrarse agaves, México es el país que cuenta con mayor variedad, de las más de 300 nuestro país tiene 200, sin embargo el azul es el que tiene más azucares y da mejor rendimientos” puntualizó Darío Chavira Olivares.

Otra sala muy interesante es la dedicada a la religiosidad que profesan los habitantes de la región del paisaje agavero; derivado de la evangelización que llevaron a cabo frailes franciscanos en esta zona, durante la conquista española, “los frailes portaban en el pecho una imagen muy pequeñita de la virgen y con ella iban evangelizando a los naturales de esa época, dejando una tradición muy arraigada en estos pueblos, principalmente aquí en Arenal tiene su tradición arraigada en dos advocaciones que son, la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) festejada en Amatitán y Tequila; la Virgen del Rosario (2 de febrero), venerada en El Arenal y Hostotipaquillo; pero además comparten festividades religiosas en Magdalena, Amatitán y Teuchitlán con el Señor de la Asunción, cita el director de este museo.

En la sala se puede apreciar una colección de vestidos (principalmente), prendas originales, muy antiguas, bordadas en seda con hilos de plata y oro, “son prendas muy antiguas que los tequileros pagaban y se mandaban hacer a Sevilla, en España, tardaban hasta ocho meses en llegar a estas tierras y con ellas vestir a la imagen de la Virgen del Rosario de Arenal”, refirió.

La fecha, 1718 aparece en el medallón principal de la fachada, y conserva los muros originales de adobe; cuenta la historia que en lo que hoy es el barrio de San Juan de Dios, se construyó este inmueble que fue conocida entonces como la casa de Marianita, pero que al ser pintada (con técnicas antiguas) yeso, baba de nopal, la fachada adquirió una tonalidad que llamó la atención de los vecinos, quienes comenzaron a llamarla la casa de la calavera.

Existen en su interior, una tequiloteca con las 169 marcas producidas en 15 fabricas tequileras de Arenal, el archivo histórico o centro de crónica del paisaje agavero, talleres de pintura y dibujo, exposiciones temporales y muchas otras actividades.

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