Gabriela Godínez García
Pedro Aguilar Bautista, presidente de la Asociación Calandrias turísticas tapatías en entrevista para Casa Arista Multimedios, recordó que la tradición de las calandrias tiene alrededor de 100 años, como un medio de transporte en la ciudad para poder trasladarse hacía diversos puntos, con el paso del tiempo se les relego al ámbito turístico desde hace aproximadamente 60 años, siendo varias las generaciones que se han dedicado a esta profesión.
Agregó que casi el 95 por ciento de los turistas que se suben a las calandrias es nacional, puesto que las calandrias se han convertido en un icono y una tradición de Guadalajara, habiendo este tipo de servicios en Acapulco, Mérida y el Rosarito donde también se les llama “calandrias”, término que se acuño en esta ciudad.
El líder calandriero añadió que fue un gobernador del Estado de Jalisco, durante un Congreso con funcionarios de diversos países que mando pintar las carrozas de amarillo con café, y se les bautizo como calandrias por el color que comparten con estas aves.
“La evolución es una tendencia que viene a nivel mundial, de que no debemos de trabajar con animales, empezaron con los circos, luego nos llegó a nosotros y como calandrieros entendimos que era necesario adaptarnos a las nuevas exigencias de la sociedad para no extinguirse, esa fue la razón que los convenció de que necesitaban seguir como tradición, pero ya sin caballos”, indicó Aguilar Bautista.
Asimismo indicó que ha habido una muy buena aceptación en el cambio de calandrias con caballos a eléctricas, donde el 60 por ciento prefiere estas últimas por el hecho de que no se maltrata a ningún animal, además de que en las calandrias con caballos no se existía maltrato, debido a que se procura que los caballos no trabajen todos los días, sin embargo el hecho de verlo transportando el peso de la calandria y los pasajeros, se percibía el maltrato.
Por último mencionó que era necesaria la evolución tal como lo ha hecho la propia ciudad de Guadalajara, por lo que como parte de la sociedad, se vieron en la necesidad de evolucionar a las exigencias que se van presentando.
“Los invito a todos los que nos están viendo por este canal, que vengan a conocer la ciudad, que vengan a conocer las calandrias, ya sea de caballos o eléctricas ya que muchos no se han subido en las de caballos o que vean en las eléctricas lo cómodas que son y que se continúa con la tradición,