Staff
La Jornada Anticorrupción 2020, celebrada hoy de manera virtual, se centró en los datos como uno de los activos más valiosos en la toma de decisiones certeras para afrontar con éxito el problema público de la corrupción.
El proceso para generar, estructurar, gestionar, difundir y utilizar esos datos implica retos para la burocracia, las instituciones educativas y la ciudadanía, afirmó Aimée Figueroa Neri, Secretaria Técnica de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción de Jalisco (SESAJ).
“Los datos gubernamentales no son una meta en sí mismos: son el insumo para decidir y activar labores encaminadas, para tener un cambio ya sea correctivo o de mejora”, dijo durante la apertura del encuentro. “Ese impacto es la finalidad de los datos”.
La Presidenta del Comité de Participación Social (CPS) y del Comité Coordinador del Sistema Estatal Anticorrupción de Jalisco (SEAJAL), Annel A. Vázquez Anderson, destacó el papel de la ciudadanía y la tecnología en el control de la corrupción.
La Jornada Anticorrupción, convocada por el SEAJAL y su Secretaría Ejecutiva, se realiza por segundo año consecutivo en torno al Día Internacional contra la Corrupción, que se conmemora el 9 de diciembre.
Esta edición virtual incluyó las conferencias magistrales de Daniel W. Gingerich, Profesor y Codirector de UVa-CLEAR (Laboratorio de Corrupción para la Ética, la Responsabilidad y el Estado de Derecho de la Universidad de Virginia, por sus siglas en inglés), y de Carlos Santiso, Director de Innovación del Estado de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
Asimismo, el Director de Tecnologías y Plataformas de la SESAJ, Carlos Alberto Franco Reboreda, presentó los avances de Jalisco en la interconexión con la Plataforma Digital Nacional (PDN), administrada por la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SESNA).
En su conferencia, titulada “La corrupción como profecía autocumplida”, Gingerich explicó la función que desempeña la difusión de datos respecto a las creencias y expectativas de este fenómeno social y el comportamiento individual corrupto.
Los medios deben contextualizar la información sobre corrupción que divulguen, sugirió el especialista, quien también dirige Quantitative Collaborative, un centro de investigación diseñado para divulgar avances en las ciencias sociales cuantitativas y fomentar una mayor colaboración interdisciplinar.
Como lecciones prácticas, Gingerich propuso unir esfuerzos entre las personas del servicio público encargadas del control de la corrupción y quienes investigan este problema desde la academia, además de diseñar experimentos para comprender mejor los efectos de la información.
Por su parte, Santiso expuso en la conferencia magistral “Soluciones digitales contra la corrupción” que con la crisis por la pandemia de COVID-19 ha surgido la necesidad en los gobiernos de transformar sus procesos físicos o análogos a esquemas digitales más ágiles, abiertos y transparentes.
“Este cambio exige, además de contar con infraestructura digital, mejorar la calidad, integridad y apertura de los datos de uso especial en prevención de la corrupción para su reutilización”, subrayó el experto en gobierno digital, gobernabilidad democrática, prevención de la corrupción y ayuda exterior.
“Nunca se debe desaprovechar una crisis”, enfatizó Santiso, parafraseando a Winston Churchill.
La crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de un liderazgo gubernamental en la gobernanza de los datos y la adopción de nuevas tecnologías -como la inteligencia artificial y la robótica- para garantizar una prestación efectiva de los servicios públicos.
¿Y cómo utilizar los datos como dispositivo de prevención de la corrupción? De acuerdo con Santiso, puede hacerse a través de un enfoque reactivo -como reportes y denuncias, enfocadas a las sanciones- y con un enfoque proactivo -con bases de datos integradas para uso inteligente, destinadas a disuadir prácticas corruptas-.
Para ello se requieren aspectos institucionales para habilitar los datos en la lucha contra la corrupción: colaboración -tanto vigilantes como vigilados deben adoptar la cadena de valor de los datos-; transformación digital -equipos dedicados a almacenar y hacer minería o exploración de los datos- y la planeación y control -con un plan Maestro de uso de datos para la integridad-.
Con el uso estratégico de datos, puntualizó, el gobierno analógico puede ir evolucionando progresivamente a un Gobierno electrónico (e-Gobierno) y más allá, hacia un Gobierno inteligente (i-Gobierno).
Santiso enlistó por último los desafíos pendientes en esta tarea: mejorar la calidad de los datos -la mayor parte de la inversión de los proyectos de aprendizaje automático y analítica avanzada están consumidos en “limpiar” los conjuntos de datos-; inversión en infraestructura con poder de cómputo y la generación de ambientes colaborativos y experimentación de innovaciones.
Al mostrar el estado de la interconexión e interoperabilidad con la PDN, Franco Reboreda precisó que Jalisco actualmente tiene un avance de 100 por ciento en normatividad, infraestructura, capital humano y desarrollo de mecanismos de comunicación, y un 70 por ciento en el mapeo y gestión de datos, lo cual en su conjunto ubica a la entidad en cuarto lugar nacional.
El Director de Tecnologías y Plataformas de la SESAJ detalló además los avances de Jalisco en los Sistemas 1, 2 y 3 de la PDN, el primero de los cuales es un referente a nivel nacional, ya que se desarrolló un software -el SiDECLARA SESAJ- que se comparte de manera gratuita con los entes públicos que lo soliciten, generando un ahorro millonario para las arcas públicas.
A la fecha, 28 entes públicos de Jalisco, tanto estatales como municipales, están en proceso de implementar el sistema con la asesoría de la SESAJ.
Durante la transmisión -cuya grabación íntegra está disponible en bit.ly/3m6p6fE– estuvieron presentes quienes integran el Comité Coordinador y el CPS, titulares de Órganos Internos de Control, de Organizaciones de la Sociedad Civil, docentes, estudiantes y personas interesadas en la agenda anticorrupción de Jalisco y otras ocho entidades del País.