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  • La pandemia no es únicamente un problema de salud pública, sino que ha traído profundas afectaciones a la niñez que vive en condiciones de mayor vulnerabilidad.
  • Hasta 63% de niñas y niños han sufrido de alguna forma de disciplina violenta dentro de su hogar (UNICEF, 2020).

Este día del niño y la niña nos toma a más de un año del inicio de la pandemia y además en medio de un proceso electoral en nuestro estado. En retrospectiva podemos observar un abandono sistemático a las problemáticas de la niñez. El abordaje de la pandemia desde nuestras autoridades ha omitido que el covid no es únicamente una problemática de salud, sino que tiene implicaciones económicas y sociales que afectan de forma profunda a la niñez, y de forma particular a las niñeces más vulneradas, por ejemplo, quienes ya vivían en condiciones de pobreza, la cuales además se han visto agravadas a lo largo del año, orillando a niños y niñas a trabajar para colaborar con el sustento familiar.

El cambio que surgió a raíz de la pandemia amplió las brechas educativas, ya que no todos los niños y niñas disponen de internet o infraestructura tecnológica e incluso aun reuniendo estas condiciones, no todas y todos tienen un acompañamiento familiar para apuntalar su formación. La brecha digital impone desigualdades con impactos concretos en la niñez, en las dinámicas intrafamiliares y la relación entre escuela y familia, distante de ser armoniosa. Siendo los hogares quienes asumen el desafío de la educación de NNA, se impone entonces un proceso de sobrecarga de las familias en los cuidados y en especial de las mujeres, con impactos en el bienestar de la niñez y desigualdades que se amplifican.

De acuerdo a cifras de UNICEF en 2020, hasta el 63% de niñas y niños han recibido alguna forma de disciplina violenta dentro de su hogar. Es importante generar estrategias de formación en crianza positiva o no violenta con padres y madres, para que los hogares sean espacios seguros para niñas y niños. La falta de socialización en niñas y niños fuera de su núcleo familiar, puede llegar a provocar estrés, agobio y problemas de autoestima; la socialización es un elemento indispensable del crecimiento, desarrollo y educación de la niñez. El regreso a clases es un paso importante en nuestro estado para atender a esto, sin embargo, hay que tomar en cuenta que la realidad actual de las escuelas, en cuanto a condiciones de infraestructura, no es la misma en todo el estado.

Para retomar las clases de manera presencial, se requerirá que los planteles estén en condiciones óptimas para recibir a los alumnos, lo cual podría no ocurrir en muchas escuelas, que durante este año han sido vandalizadas y saqueadas. Particularmente las escuelas ubicadas en las zonas con mayor grado de marginación, han sufrido daños al grado de dejarlas en condiciones inutilizables. Llamamos a las autoridades a observar la diversa realidad del estado y atender de forma diferenciada y urgente las zonas con mayor necesidad de atención; para que las medidas no se queden en proporcionar gel antibacterial a las escuelas, cuando por otro lado podrían no contar con servicios básicos como agua potable, electricidad o mobiliario escolar básico.

También es importante mencionar que las organizaciones de la sociedad civil, como CODENI, que brindamos servicios educativos y de asistencia social, no hemos sido considerados en la estrategia de vacunación. Las OSC’s hemos demostrado nuestro compromiso con nuestros beneficiarios y con la sociedad, acompañando, en nuestro caso, a más de 100 niños, niñas y adolescentes para que continúen sus estudios a pesar de las dificultades mencionadas, facilitando tanto infraestructura, equipo, como acompañamiento educativo cercano e individualizado, tan necesitado por ellos y ellas durante esta crisis por covid-19. Hacemos un llamado a las autoridades para ser considerados en la estrategia de vacunación, ya que nuestros servicios no han parado debido a la profunda necesidad de las familias que atendemos.

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